A 32 años del asesinato del periodista Orlando Martínez, sus familiares pidieron justicia, tal y como lo hiciera su madre año tras año en el lugar donde sucedió el homicidio, en la calle José Contreras, en los alrededores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Doña Adriana ya no está. Murió sin ver que se aplicara una condena, definitiva por el crimen, a los que le arrancaron la vida a su hijo.
En su lugar se encuentra Sergio, quien ve a su hermano Orlando en cada hombre y mujer de conciencia. El proceso judicial continúa estático en una sala de San Pedro de Macorís.
Lejos del ímpetu mediático metropolitano, el último reenvío de la audiencia sucedió el pasado jueves ocho. Para Sergio Martínez, no está de más abundar hasta que por fin los escuchen y se haga la justicia necesaria.
“En este mismo lugar los ignorantes creyeron que mataron a Orlando, pero las ideas no se matan, y por eso Orlando vive todavía”, dijo en el monumento en la calle José Contreras casi a esquina con Alma Mater.
Los acusados por el hecho han sido los ex generales retirados Joaquín Antonio Pou Castro, José Isidoro Martínez González y Salvador Lluberes Montás. Así como Mariano Durán Cabrera, Rafael Alfredo Lluberes Ricart y Luis Emilio de la Rosa Beras.
El cuatro de agosto de 2000 la jueza Katia Jiménez, entonces de la Décima Cámara penal, condenó a 30 años de prisión a Rafael Alfredo Lluberes Ricart, Joaquín Antonio Pou Castro y Mariano Durán Cabrera.
Sin embargo, en 2002 la Segunda Cámara de la Corte de Apelación revocó la decisión de la jueza por alegados vicios de procedimiento.
Pou Castro está bajo prisión preventiva desde septiembre de 2005, su condena se redujo de 30 a 12 años.
A Lluberes Ricart y Cabrera se les rebajó la pena de 30 a 15 años; y a De la Rosa, de 30 a 10 años. Lluberes Montás (Chinino) fue excarcelado por motivos de salud.
Murió baleadoMás de tres décadas hace hoy que Orlando Martínez, de 29 años, murió baleado mientras se dirigía a su casa de la Antonio Maceo, número 32, de La Feria. Su asesinato ocurrió en los alrededores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Doña Adriana ya no está. Murió sin ver que se aplicara una condena, definitiva por el crimen, a los que le arrancaron la vida a su hijo.
En su lugar se encuentra Sergio, quien ve a su hermano Orlando en cada hombre y mujer de conciencia. El proceso judicial continúa estático en una sala de San Pedro de Macorís.
Lejos del ímpetu mediático metropolitano, el último reenvío de la audiencia sucedió el pasado jueves ocho. Para Sergio Martínez, no está de más abundar hasta que por fin los escuchen y se haga la justicia necesaria.
“En este mismo lugar los ignorantes creyeron que mataron a Orlando, pero las ideas no se matan, y por eso Orlando vive todavía”, dijo en el monumento en la calle José Contreras casi a esquina con Alma Mater.
Los acusados por el hecho han sido los ex generales retirados Joaquín Antonio Pou Castro, José Isidoro Martínez González y Salvador Lluberes Montás. Así como Mariano Durán Cabrera, Rafael Alfredo Lluberes Ricart y Luis Emilio de la Rosa Beras.
El cuatro de agosto de 2000 la jueza Katia Jiménez, entonces de la Décima Cámara penal, condenó a 30 años de prisión a Rafael Alfredo Lluberes Ricart, Joaquín Antonio Pou Castro y Mariano Durán Cabrera.
Sin embargo, en 2002 la Segunda Cámara de la Corte de Apelación revocó la decisión de la jueza por alegados vicios de procedimiento.
Pou Castro está bajo prisión preventiva desde septiembre de 2005, su condena se redujo de 30 a 12 años.
A Lluberes Ricart y Cabrera se les rebajó la pena de 30 a 15 años; y a De la Rosa, de 30 a 10 años. Lluberes Montás (Chinino) fue excarcelado por motivos de salud.
Murió baleadoMás de tres décadas hace hoy que Orlando Martínez, de 29 años, murió baleado mientras se dirigía a su casa de la Antonio Maceo, número 32, de La Feria. Su asesinato ocurrió en los alrededores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
El comunicador había salido del edificio de la Revista Ahora, de la cual era director.
Su asesinato ocurrió a las 7:40 de la noche, según una llamada anónima realizada a la Policía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario